La blanca sal, fruto de unas manos artesanas que día a día elaboran minuciosamente con esmero, dejando que el agua del mar repose placidamente es las piscinas artesanas de piedra volcánica, donde gran parte de este arte lo realiza un sol de justicia, donde el hombre y la naturaleza forman parte de un todo.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario